Como es tradicional, hemos vuelto a celebrar un año más los carnavales y el posterior entierro de la sardina donde ha habido más risas que llantos.
Cada residente ha ido confeccionando manualmente todas las partes de su disfraz usando: tijeras, pegamentos, gomaeva, bolsa de plástico, etc. Con esta actividad se han trabajado diversas funciones ejecutivas como son: la memoria de trabajo, la planificación, la flexibilidad, la toma de decisiones, la estimación temporal. Adicionalmente se fomentan otras capacidades como pueden ser la concentración, la atención, las capacidades creativas y comunicativas, la destreza motora fina, la fuerza. Además, se han reforzado las relaciones sociales.
Carnavales y entierro sardina 2019